En la actualidad, en un mundo donde somos más conscientes de la importancia de cuidarnos, La quiropráctica es uno de esos enfoques que, aunque a menudo se asocia con simples “cracks” en la espalda, en realidad se extiende mucho más allá de los confines de la parte física de nuestro cuerpo. Se trata de una filosofía que busca el equilibrio del cerebro con el resto del organismo.
Nacimiento de la Quiropráctica
La quiropráctica tiene sus raíces en el siglo XIX, exactamente en el año 1895, cuando el “padre de la quiropráctica”, Daniel David Palmer, comenzó a explorar las relaciones entre la columna vertebral y las interferencias que se podían crear en el sistema
nervioso.
Todas estas interferencias en el sistema nervioso nosotros las conocemos como Subluxaciones vertebrales ¿y de donde se producen estas subluxaciones vertebrales? Del acúmulo de estrés que sufrimos a lo largo de la vida y nuestra incapacidad de adaptarnos a lo que nos toca vivir en cada momento. Porque como ya sabemos, no hay dos personas que se adapten igual la misma situación. ¿Y eso por qué se produce? Cada sistema nervioso responde y se adapta a las circunstancias de la vida de una manera muy diferente, y eso al final es lo que va a determinar cómo afecta una situación en concreto o el cumulo de muchas situaciones a nuestro cuerpo y a nuestro estilo de vida.
¿Y no sería interesante buscar maneras donde aumentar mi capacidad de adaptación
al estrés? Eso es exactamente el objetivo de la quiropráctica, ayudar al cuerpo a adaptarse mejor a las circustancias que te toquen vivir mediante la corrección de las subluxaciones vertebrales del cuerpo.